Investigadores de la Universidad
de Arizona entregaron lo que consideraron “la evidencia definitiva”
de que el sida no se originó en un lote de vacunas contra la polio
contaminadas por el virus de la inmunodeficiencia del simio, según
se publicó en la última edición de Nature.
La teoría ahora descartada sostenía que chimpancés
de los alrededores de Kisangani en la República Democrática
del Congo eran la fuente de uno de los virus de la inmunodeficiencia del
simio (SIVcpz) que habría sido transmitido a los humanos cuando
los tejidos de estos chimpancés se utilizaron para la preparación
de la vacuna oral de la polio.
La creencia de que la vacuna de la polio puede propagar el sida tuvo graves
consecuencias, como que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
no haya conseguido terminar con esta enfermedad por el boicot a la campaña
oficial de vacunación.
En Nigeria, varios estados habían prohibido la vacuna recientemente.
Ahora, este país tiene el mayor número de casos de polio
de todo el mundo.
“Dados los miedos sobre la seguridad de esta vacuna, que actualmente
amenazan la campaña para la erradicación mundial de la enfermedad,
nuestras pruebas irrefutables contra una de las fuentes de preocupación
son muy importantes”, comentaron los autores del estudio.
Los científicos coinciden en que el HIV procede de uno de los virus
de la inmunodeficiencia del simio (SIV), una familia de virus que afectan
a estos primates del centro de Africa y que posteriormente pasó
a los chimpacés para luego saltar a los humanos.
Se piensa que las heridas producidas en los cazadores de estos chimpancés
o el consumo de carne de estos animales podrían ser los responsables
del paso a los hombres.
La teoría de que el origen del sida se encontraba en la contaminación
de la vacuna oral de la polio se ha venido desmintiendo a través
de diferentes estudios matemáticos.
Sin embargo, ahora los investigadores de Arizona ofrecen pruebas irrefutables
que zanjan por completo la polémica.
Tras detectar y secuenciar el material genético procedente de los
chimpancés salvajes de esta región, los científicos
mostraron que el virus SIVcpz es de hecho endémico en estos animales
y que es genéticamente distinto de todas las cepas del HIV-1, lo
que arroja una evidencia directa de que estos chimpancés no fueron
la fuente de la pandemia humana de sida.
Tras varios intentos fallidos, se recogieron 97 muestras fecales de chimpacés
de tres sitios distintos de la región de Kigangani y en una de
ellas se detectó el SIVcpz.
Los análisis posteriores revelaron que ese virus encontrado en
las muestras de estos chimpacés era totalmente distinto del que
infectó a otros chimpancés de Tanzania, de donde proceden
todas las cepas del HIV-1 responsable del sida humano.
Estos resultados demuestran que el SIVcpz es completamente distinto del
VIH-1, por lo que se echa por tierra que los chimpancés de la región
de Kisangani sean fuente del VIH-1 y refuta la teoría que relacionaba
el sida con las vacunas de la polio que fueron probadas en ese área
en 1950. |