Interés General

Evaluación de la isquemia cardíaca
por medio de un análisis de sangre

La capacidad para identificar rápidamente a los cuadros de isquemia de miocardio en los pacientes que llegan a la sala de emergencias con síntomas de dolor de pecho se podría mejorar considerablemente si se recurre una prueba de laboratorio. Un equipo de científicos estadounidenses investigó el uso de una prueba bioquímica que podría mejorar la identificación de pacientes con isquemia. La prueba se denomina ensayo de fijación de cobalto por albúmina o test ACB (Albumin Cobalt Binding).
“Recientemente se ha observado que un ensayo bioquímico puede resultar útil en el diagnóstico de la isquemia aguda de miocardio. El principio básico de este análisis involucra a la región N-terminal de la albúmina humana y a su afinidad por el cobalto. La albúmina de los individuos con isquemia tiene menor capacidad de unión al cobalto en comparación con la albúmina de individuos no isquémicos”, informó el doctor Nadhipuram Bhagavan, del Deparatmento de Bioquímica y Biofísica de la Universidad de Hawai.
La isquemia de miocardio se produce cuando se interrumpe la llegada de oxígeno al músculo cardíaco. Esta condición se puede considerar como el paso previo al infarto de miocardio. Durante la situación de isquemia todavía no se ha producido la muerte de las células de miocardio. Por lo tanto, la evaluación de troponinas y creatinquinasa MB va a brindar resultados negativos. En este contexto, la evaluación de la fijación de cobalto por albúmina se puede considerar como una alternativa de diagnóstico para detectar o descartar la presencia de una situación de isquemia.
La capacidad diagnóstica del test ACB se basa en las modificaciones que ocurren en la molécula de albúmina durante la situación de isquemia. En condiciones normales, la albúmina tiene cierta capacidad natural para fijar cobalto. En cambio, cuando se produce el fenómeno de isquemia, la albúmina sufre una modificación en su estructura molecular que disminuye su capacidad de fijación de cobalto. Por lo tanto, la evaluación de la fijación de cobalto por albúmina permite investigar la presencia o ausencia de isquemia.
El equipo del doctor Bhagavan investigó la presencia de la albúmina modificada por isquemia en un grupo de 167 pacientes que ingresaron a la sala de emergencias de un centro médico. Los pacientes fueron clasificados como isquémicos o no isquémicos en función de los hallazgos clínicos y bioquímicos (estudios de imágenes, electrocardiograma, indicadores clínicos y marcadores bioquímicos de daño cardíaco). Además, dentro del grupo de pacientes con isquemia, se identificó la presencia o la ausencia de infarto de miocardio.
La evaluación de albúmina modificada se realizó por medio del agregado de una solución de cobalto a una muestra de suero. Posteriormente se analizó la concentración de cobalto que queda libre por medio de un método colorimétrico. De esta manera se observó que existe una relación inversa entre la cantidad de cobalto que queda fijado sobre la albúmina y la intensidad del color.
Los investigadores observaron que el test ACB permite distinguir entre los pacientes con isquemia de miocardio y sin isquemia de miocardio. Sin embargo, el ensayo tiene baja capacidad para distinguir entre los pacientes con isquemia que desarrollan infarto y los pacientes con isquemia que no llegan a desarrollar infarto.
“El test de fijación de cobalto puede servir como una herramienta de diagnóstico útil en las salas de emergencias para la evaluación de la isquemia cardíaca. La alta y la baja absorbancia están asociadas con la presencia y la ausencia de isquemia de miocardio respectivamente. Sin embargo, el ensayo de fijación de cobalto tiene baja capacidad para distinguir entre los individuos isquémicos que tienen infarto y los que no tienen infarto de miocardio”, destacaron los autores en un artículo publicado en la revista Clinical Chemistry.
Referencia: Bhagavan N, et al. Evaluation of human serum albumin cobalt binding assay for the assessment of myocardial ischemia and myocardial infarction. Clinical
Chemistry; 49: 581-585. (Abril de 2003)


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