| Los logros más
importantes de febrero estuvieron dados en los convenios con el Grupo
SPM para las empresas de medicina prepaga Amsa, Galeno y Tim. En marzo
habría acuerdo con varias obras sociales.
Tal como se había anunciado en la anterior entrega del FABA Informa,
las autoridades de la Federación Bioquímica prosiguieron
durante el mes de febrero realizando activas gestiones con distintas obras
sociales y empresas de medicina prepaga con el objeto de renegociar los
respectivos contratos de prestaciones apuntando a recuperar el desfasaje
producido en los gastos de laboratorio registrados a partir de la salida
de la convertibilidad.
En ese marco se debe destacar la renegociación entablada con el
Grupo SPM para sus empresas de medicina prepaga Amsa, Galeno y Tim, lo
que posibilitó acordar la aplicación, a partir del primero
de marzo, de una importante mejora arancelaria por prestación que
tendrá una fuerte y especial incidencia en los distritos 2, 3 y
4 y en una parte del 5 (Pilar y Escobar).
Este convenio, cuya entrada en vigencia operó en enero de 2002,
tenía una antigüedad de tres años a lo largo de los
cuales se fueron consiguiendo algunas mejoras que no llegaron a compensar
los atrasos provocados por la devaluación de la moneda nacional.
También hay que recordar que el mismo grupo empresario ha mantenido
sierre una posición muy férrea con relación a las
autorizaciones.
Por todo ello, algunos laboratorios bioquímicos no venían
cubriendo algunas determinaciones a afiliados de esas empresas porque
el valor reconocido no alcanzaba siquiera a cubrir el gasto, mientras
que otros directamente habían dejado de atenderlos en carácter
de tales, por lo que la continuidad misma del convenio se veía
seriamente comprometida.
Los contratos de prestaciones con este grupo empresario representa una
muy importante fuente de trabajo profesional de 2002, porque inicialmente
se había contratado a una red de laboratorios y posteriormente
a un solo megalaboratorio.
En los años 2003 y 2004 las empresas del grupo registraron un fuerte
aumento del consumo.
Con otras obras sociales
También en febrero se prosiguieron activamente las negociaciones
con un importante número de obras sociales a efectos de recomponer
aranceles. Así, se acordaron mejoras parciales a partir de marzo
para OPDEA y FATFA.
Por otra parte, al cierre de la presente edición de FABA Informa
se tramitaban mejoras, también a aplicarse a partir de marzo para
las obras sociales de madereros, Osmeba, OSSIMRA y posiblemente la mutual
del Banco Provincia.
Cabe recordar que las autoridades de la Federación Bioquímica
de la Provincia de Buenos Aires habían iniciado en el último
tramo del año anterior una fuerte ofensiva con todas las obras
sociales para renegociar contratos y obtener mejoras arancelarias, marco
en el que, como se sabe, se logró la mejora con el Instituto de
Obra Médico Asistencial.
El compromiso de la conducción de FABA fue el de proseguir ese
accionar con toda intensidad en 2005, lo que se viene materializando y
además, las gestiones continuarán durante los próximos
meses, labor en la cual las autoridades de la Federación Bioquímica
han vuelto a explicitar su férreo compromiso con los profesionales
asociados.
Con el nuevo año se redoblaron las notificaciones e intimaciones
cursadas a diferentes obras sociales instándolas a la negociación
de nuevos valores contractuales y del mismo modo se proseguirá
actuando en las semanas venideras.
Pero como ya se ha señalado en reiteradas ocasiones desde estas
mismas páginas, este accionar institucional no basta para paliar
la grave situación que deriva de la desfinanciación de las
obras sociales, tema en el cual el Gobierno sigue peligrosamente ausente
pese a los preocupantes diagnósticos de situación que en
las últimas semanas han emanado de la misma esfera oficial.
Más de una vez se ha dicho aquí que el Estado debe aportar
fondos extras que se sumen a los ingresos genuinos de las obras sociales
si es que se quiere evitar en los hechos el naufragio definitivo del modelo
de solidaridad social en nuestro país.
Grave diagnóstico
Según datos recavados por el Ministerio de Salud y Ambiente de
la Nación, más de un centenar de establecimientos privados
de salud han cerrado sus puertas al día de la fecha.
En las Bases del Plan Federal de Salud correspondiente a los años
2004-2007 se argumenta que "el sector privado de salud, compuesto
por múltiples instituciones y servicios, numerosos puestos de trabajo
e importantes inversiones, se maneja al compás de los aciertos
y deficiencias de todo el sector de salud, especialmente por la dependencia
al financiamiento de las obras sociales, incluido el Instituto de Jubilados
y Pensionados".
Asimismo, señala que el Estado no asumió el rol ni sus previsibles
consecuencias.
Actualmente, el sector financiero provincial, las obras sociales nacionales
y el PAMI tienen importantes deudas con los prestadores privados. Dicho
sector sufrió una caída del 25% -según datos aportados
por el Ministerio de Salud nacional- de su oferta en los últimos
años, mientras que el sistema público de atención
no resistirá por mucho más tiempo un incremento de la demanda
provocada por el cierre constante de establecimientos privados.
Según datos suministrados por el Ministerio de Salud Nacional,
existen 2.040 establecimientos de salud privados con internación
en todo el país y 8.078 que no poseen internación, lo cual
significa menos costos para aquellos que pagan un programa de salud integral.
En tanto, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con 133 establecimientos
privados con internación y 1.444 que no la poseen.
Estas cifras marcan la disminución de establecimientos con internación
debido a los altos costos que las personas deben pagar si quisieran acceder
a ellos.
En la Constitución Nacional consta que el Estado deberá
prestar el servicio público de Salud, satisfaciendo las necesidades
de la población, a través de prestadores estatales o privados,
financiando en ambos casos el servicio y posibilitando su acceso a la
población.
La Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales
asegura que la prestación estatal del servicio es optativa, pero
no así su financiamiento, el cual se torna obligatorio (sea en
forma directa -servicio gratuito-, o indirecta -subsidios a la prestación
privada-). |