Importante avance
de la enfermedad renal crónica
Según estadísticas de
la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y de la Federación
de Fundaciones Renales (IFKF), recientemente se ha establecido
que 1 de cada 9 personas aparentemente saludables exhibe alguna
forma de insuficiencia renal. También se puntualizó
que la mayoría de los individuos con patología renal
crónica o hipertensión arterial no son diagnosticados
hasta que la enfermedad está demasiado avanzada.
Las mismas estadísticas señalan que en nuestro país
la enfermedad renal crónica afecta a más del diez
por ciento de la población adulta.
Por eso, según ambas entidades, la extensión y severidad
de la enfermedad renal no ha recibido suficiente consideración
así como no se han difundido suficientemente la disponibilidad
de sencillos métodos para la detección temprana
y los beneficios probados de las terapias preventivas.
La principal actividad de estas instituciones está dirigida
a "los médicos de atención primaria para aumentar
su conciencia del papel del riñón como marcador
de riesgo de enfermedades crónicas asociadas y la urgencia
de la detección temprana de deficiencias renales".
Se advirtió además que la enfermedad renal crónica
y otras importantes patologías no transmisibles serán
responsables de la muerte en todo el mundo de 36 millones de personas
para el año 2015. La única respuesta posible a esta
amenaza global es la detección temprana y la prevención.
Amenaza a la salud
Las enfermedades no transmisibles, en particular la enfermedad
renal crónica, las cardiovasculares, la hipertensión
y la diabetes mellitus, han reemplazado a las enfermedades transmisibles
como la principal amenaza a la salud pública y a los presupuestos
de salud en todo el mundo. Las muertes por enfermedades infecciosas
declinarán en un 3% en la próxima década;
en cambio las enfermedades crónicas crecerán un
17%. Este fenómeno no se restringe a los países
más desarrollados ya que afecta tanto o más a los
más pobres.
Por eso, los científicos de las dos instituciones insisten
en que prevenir y frenar la progresión de la enfermedad
renal crónica es el único enfoque racional de salud
pública para encarar el creciente número de pacientes
con insuficiencia renal crónica terminal y para reducir
los riesgos asociados.
El Dr. Felipe Inserra, director de los Programas de Prevención
Renal de un instituto internacional con fillial en nuestro país,
consideró que "lo que es tremendo es que si (la enfermedad
renal crónica) se detecta oportunamente, con análisis
de rutina como determinaciones de creatinina en sangre y proteinas
en orina, tanto la enfermedad renal como las potenciales complicaciones
cardiovasculares pueden ser tratadas y prevenidas. Estos análisis
son sencillos y económicos; por el contrario, permitir
que la enfermedad avance tiene una altísimo costo".
Prevención
Las acciones de prevención consisten en controles de presión
intensivos, control de glucosa en pacientes diabéticos,
medicaciones para reducir los lípidos y el uso de protectores
renales como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
o bloqueadores de receptores de angiotensina.
Por otra parte, una investigación denominada "relevamiento
de factores de riesgo y de enfermedad renal en familiares de pacientes
en tratamiento sustitutivo renal" reveló aspectos
no documentados de la enfermedad renal en nuestro país
como que el 30 % de los familiares de pacientes con patología
renal crónica presenta alteraciones que los hacen proclives
a desarrollar algún grado de enfermedad renal crónica.
Ese estudio, que se encuentra en su segunda fase II y apunta a
"crear conciencia sobre la importancia de la identificación
precoz de la enfermedad renal y sus enfermedades asociadas",
mereció el reconocimiento de la Sociedad Argentina de Nefrología
con el Premio Miatello a la mejor Investigación Clínica
en Nefrología el año pasado.
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